La fuerza de la meditación

La meditación es en esencia el arte de ser consciente, de darse cuenta de qué sucede en tu interior y en tu entorno. La meditación en sí misma no es una técnica. A la mayoría de nosotros se nos ha enseñado que para tener éxito en la vida necesitamos luchar, combatir, enfocarnos, concentrarnos. El problema de estos planteamientos es que cuando más luchamos, más tensos nos ponemos, y cuando más tensos estamos, peor actuamos. El punto de vista de la meditación es comprender que para sacar lo mejor de nosotros mismos, para dar lo mejor en cada momento, y recibir lo mejor de cada momento, necesitamos ser lo más conscientes posibles, y que para ser conscientes tenemos que estar relajados.

Generalmente, pensamos que para estar relajados tenemos que salir. La meditación nos ofrece otro posibilidad para hacerlo: ir hacia dentro. El truco para estar relajado en medio de un día agitado es lo que se denomina “estar alerta sin esfuerzo”; esta es la experiencia esencial de la meditación.

Bases de la meditación

La meditación se basa en una simple comprensión: en lugar de luchar contra la oscuridad – que de cualquier manera es imposible – enciende la luz. En lugar de luchar contra nosotros mismos intentando mejorar, intentando emular los ideales que los demás tienen de nosotros, podemos simplemente empezar a aceptarnos tal como somos.

Osho nos recuerda a menudo que si la existencia nos ha invitado a estar aquí, ¿a quiénes más necesitamos pedirle permiso para aceptarnos tal como somos?

Cuando nos relajamos en esta aceptación, cuando dejamos de intentar ser diferentes de lo que somos, cuando paramos los esfuerzos para impresionar los demás – que a la vez se están esforzando con la misma intensidad para impresionarse a nosotros mismos -, cuando dejamos de intentar defenderse a nosotros mismos, de justificarse… Cuando dejamos de intentar esconder nuestras heridas, incluido de nosotros mismos, y en su lugar abrimos al aire y a la luz, entonces la sanación sucede espontáneamente.

La meditación es una aventura; una aventura hacia lo desconocido, la mayor aventura que la mente humana puede acometer. La meditación consiste simplemente en ser; ser sin hacer nada, sin acción, sin pensamiento, sin emoción. Simplemente eres, y ser es puro gozo. ¿De dónde sale este gozo si no estás haciendo nada? No viene de ningún lugar, o viene de todas partes. No te causa, puesto que la existencia está hecha de estas sustancias llamadas gozo.»

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